“LA GRANDEZA DE UN HOMBRE NO SE MIDE POR LAS RIQUEZAS QUE ADQUIERE, SINO POR SU INTEGRIDAD Y SU HABILIDAD DE AFECTAR POSITIVAMENTE AQUELLOS QUE LE RODEAN.” (Bob Marley)

Observo que en muchas organizaciones existe una gran diferencia entre lo que le gustaría transmitir a la dirección y lo que percibe su equipo.

En mi opinión uno de las grandes justificaciones de este GAP,  viene por las disonancias que se dan en un valor como es la integridad tanto de la organización como de la persona. 

En este post me interesa aborda el concepto de integridad que es la condición de un individuo u objeto de mantener todas sus partes. Esto no incluye solo lo físico, sino los valores y convicciones, por lo que el término engloba la acción, los pensamientos y las emociones.

 En mi parecer una de las características o rasgos que deben tener los buenos dirigentes, jefes, empresarios o responsables de las organizaciones es la de ser íntegros en su forma de proceder, en la toma de decisiones y en el comportamiento del día a día, sin olvidar que desde la integridad se alimenta la confianza

Analicemos como se combinan cada uno de los  preceptos que abarcan la totalidad y lo que van a significar a la hora de liderar a nuestro equipo u organización:

  • Cuando existe armonía entre lo que hacemos y lo que pensamos somos COHERENTES.
  • La alienación entre lo que lo que sentimos y hacemos nos lleva a ser CONGRUENTES.
  • La consonancia entre lo que pensamos y lo que sentimos nos llevará a ser CONSISTENTES

Después de revisar los tres conceptos ya veis lo difícil que es ser íntegros no solo para los dirigentes políticos, dirigentes del deporte, deportistas famosos, etc. que se puede comprobar que muy pocos lo son, sino para todos y cada uno de nosotros. 

Veamos pues algunos ejemplos que vemos en organizaciones en los que se dan:

Incoherencias: La imagen de marca y la realidad no van en sintonía, y esto se hace visible en algunas empresas cuando visitas sus instalaciones físicas o se presenta un empleado en tu empresa con una imagen deplorable que nada tiene que ver con la marca que quieren vender 

Incongruencias: Hay muchas organizaciones que sienten que señalan a los clientes como su foco de atención principal, que se preocupan por sus clientes y a la primera contrariedad todo son excusas, focalizan la culpabilidad de la mala transacción comercial en el cliente, no ponen en marcha un buen servicio pos-venta, etc.

Inconsistencias: Empresas que siente que deben tener tolerancia cero para la obtención de contratos por medio de sobornos y sin embargo están constantemente pensando y organizando situaciones para poder contactar con el decisor del mismo

Todos cometemos alguna incoherencia, incongruencia e inconsistencia en nuestra gestión, pero si buscamos y trabajamos esa anhelada integridad nos proporcionará un liderazgo en nuestra empresa muy potente, por lo que debemos ser conscientes de las mismas y actuar en consecuencia para poder alcanzar mayores cuotas de excelencia.

30 agosto 2021

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