“La tarea que me he propuesto llevar a cabo es la siguiente: cómo evitar los males de la competencia mientras conservamos sus ventajas” (Alfred Marshall)
En ocasiones me encuentro empresas, en las que en el proceso de diagnóstico de la situación y concretamente en el apartado del análisis de la competencia, la información que se tiene sobre ella es exigua y no va más allá de la recogida a través de proveedores conjuntos, de las referencias que algún cliente nos aporta y sobre todo de visiones subjetivas y sesgadas con juicios de valor incluidos.
En mi opinión hacer un análisis de la competencia te permite comprender sus fortalezas y debilidades en comparación con las de tu empresa, por ello, siempre recomiendo una vez pasado el 31 de julio, fecha en la que la gran mayoría de las empresas han depositado sus cuentas anuales en el Registro Mercantil correspondiente, actualizar el análisis de la competencia para aquellos clientes que me lo solicitan.
Tener una copia de las cuentas anuales depositadas en el registro mercantil tiene un bajísimo coste en comparación con el rendimiento, ya que podemos extraer información que nos facilitará el aprovechamiento de nuestras ventajas competitivas del mejor modo.
En mi caso, solicito a los clientes que me identifiquen tres competidores directos suyos, que estén desarrollando su actividad con personalidad jurídica, ya que si actúan como profesionales o empresario individuales no disponemos de datos para poder realizar la comparativa.
El análisis de una serie de ratios económicos y financieros, como los de liquidez, solvencia, endeudamiento, necesidades operativas de financiación, rentabilidades, capacidades de crecimiento con y sin aportación de recursos, etc., y compararlos entre las cuatro organizaciones nos dará mucha luz y conocimiento de nuestros principales competidores.
No solamente se trata de tener datos, sino la interpretación junto a los gestores de las empresas de los mismos nos aporta información valiosa a tener en cuenta en el desarrollo de nuestra estrategia de negocio, ya que podemos detectar la capacidad de crédito, el apalancamiento financiero, los márgenes de venta, los EBITDAS, etc. con los que trabajan, y con ello iniciar un análisis mucho más profundo de la competencia a través de la dirección estratégica.
20 septiembre 2021