"Ningún viento es favorable para el que no sabe dónde va". (Seneca)

Gestión empresarial

by Sixt Perales

En el contexto actual que vivimos marcados por la incertidumbre social, la transformación digital y la crisis económica, las empresas que aspiran a tener éxito deberían de gestionarse proactivamente no reactivamente, es decir ser capaces de anticiparse y no dejarse llevar por las circunstancias que vivimos.

Esta proactividad la pondremos en funcionamiento formulándonos preguntas como:

¿Tienes una hoja de ruta en el que se refleje las líneas de actuación en vuestra gestión para este 2021?

¿Cómo fijarías o has fijado las proyecciones para este 2021?, Te has  basado en los datos del 2020, los del 2019 o has  utilizado otros sistemas que no sean los datos del pasado, como proyección?

¿Ya tienes los objetivos del 2021? Si es así, ¿has contestado a las cuestiones de "¿Por qué?" y el "¿Para qué?" de los mismos?. 

¿Quién y en qué medida participa en la elaboración del plan?

¿Cómo analizas y preparas la gestión de las personas?¿Has tenido en cuenta los sistemas de retribuciones o compensaciones, los beneficios que podemos aportar a los empleados, la conciliación entre vida privada y profesional, la evaluación de desempeños y el desarrollo del talento en la organización?

¿Con qué criterios estableces las necesidades de inversión, y su financiación?

Si eres capaz de contestar o al menos plantearte estos interrogantes, vas a ser capaz de plasmar las respuestas en una cuenta de resultados mensual previsional, en una gestión de cash flow mensual y en un balance de situación previsional, con lo que tendrás la información básica para tener un primer borrador de hoja de ruta.

La experiencia en la confección e implantación de estos planes me dice que si queremos tener garantías de éxito en los mismos deben ser documentos VIVOS, a través del cual reflexionaremos, deliberaremos, analizaremos y rediseñaremos de forma constante, dinámica y contínua con el fin de determinar si nos ajustamos a la consecución de los objetivos que nos hemos marcado, y si no es el caso seremos capaces de ir reformulándolos.

Las principales características que debe reunir el proceso de implementación son las de simplicidad y de utilidad del mismo, así como de la información que emanará de ellos, ya que no debemos dedicar más tiempo del imprescindible en su interpretación.

Existen 6 tipos de información básica que debemos de extraer del plan con el fin de reportar a la dirección de la empresa:

- Situación económica a través de cuenta de explotación interanual de cierre mensual. Es decir, recursos generados en la explotación del negocio en los últimos 12 meses.

- Previsión de tesorería en los próximos 6 meses, en las que determinar las posibles dificultades de cash flow

- Indicadores de gestión, representativos de la singularidad de la empresa y su actividad. Ejemplo: en empresas de servicios pueden ser aquellas relacionadas con los costes de personal (productividad, absentismo, ...)

- Análisis de márgenes de contribución de cada unidad de negocio basándonos en la contabilidad genérica de costes.

- Ratios económico-financieros en los que analicemos LIQUIDEZ, SOLVENCIA, ENDEUDAMIENTO, FONDO DE MANIOBRA, NECESIDADES OPERATIVAS DE FINANCIACIÓN, PERIODO MEDIO DE MADURACIÓN ECONÓMICA, RENTABILIDADES Y CRECIMIENTOS.

- Escenarios de proyección más allá del ejercicio estudiado tanto de resultados como de gestión del cash flow.

Tal y como podéis ver, es imprescindible para obtener éxito y buenos resultados en la gestión de nuestros negocios,  un documento  en el que seamos capaces de saber donde estamos, que nos indique que pasará si no hacemos nada, que pasará si hacemos lo previsto inicialmente y que va a pasar si tomamos nuevas decisiones o medidas.

15 febrero 2021

Volver