¡PERO A MÍ ME DA IGUAL SI TRABAJAN SEIS HORAS EN LUGAR DE OCHO! AL FINAL SE TRATA DE QUE EL TRABAJO SE HAGA"
Cuantas veces hemos escuchado esta frase o muy parecida y luego nos encontramos en las realidades empresariales, que lo que más se valora es el tiempo de presencia en el puesto de trabajo sin tener en cuenta la eficiencia, la eficacia y el enfoque.
La concepción mental reinante en el mundo del trabajo es aún la cesión de tiempo a cambio de dinero, estando muy presente el “cumplir un horario” tanto en la regulación legal como en la mentalidad de empresa y colaboradores
Sin embargo, todas las previsiones apuntan a que caminamos hacía un futuro con menos necesidad de tiempo de trabajo, por lo que se podría dar la paradoja de modelos de colaboración empresa-empleado en los que convivan la mayor disponibilidad horaria y la menor exigencia de tiempo neto
Leyendo los datos de encuestas laborales, vemos que casi el 44% de las empresas españolas detecta un abuso del presentismo laboral en sus plantillas.
Vayamos pues, analizar dicho término que en mi experiencia de estudios de climas laborales observo que genera mucha confusión.
El “presentismo laboral” es una suerte de presencia en ausencia. El trabajador está en el lugar físicamente pero su mente está ocupada resolviendo problemas personales, por lo que su desempeño y efectividad decaen considerablemente, incluso muchas veces generando trabas en vez de soluciones
Según algunos expertos hay 5 prácticas que contribuyen al presentismo laboral en las empresas, pero como en todo el veneno está en la dosis:
Navegar por Internet. Visitar páginas web no vinculadas al trabajo. Internet es una ventana al mundo que nos permite comprar, leer artículos o ver vídeos: las distracciones están aseguradas.
Consultar las redes sociales. Una buena solución para evitar las interacciones es establecer dos momentos en horario laboral del día para consultar el móvil.
Gestionar el correo electrónico. Si tienes que resolver algún aspecto el correo, procura hacerlo cuando llegues y sigue después con los otros objetivos del día.
Hablar excesivamente con los compañeros. El buen ambiente es un factor clave para rendir en el trabajo. ¿Algún compañero contribuye especialmente a distraerte? Háblalo con él y buscad una solución conjunta.
Ausentarse para fumar o tomar un café. Todo el mundo tiene derecho a una pausa para alimentarse y oxigenar el cerebro. Eso sí, estas pequeñas interrupciones no pueden disfrazar otros objetivos: por ejemplo, dejar pasar los minutos hasta que llegue la hora de salir.
Por el contrario, podemos combatirlo con estas ideas:
Estimular la flexibilidad horaria. Los horarios flexibles denotan confianza en el trabajador por parte de la empresa. Una buena opción es dar un margen de una hora para presentarse en la oficina. Por ejemplo, empezar de 9 a 10.
Dialogar a menudo con los trabajadores. Es importante que los responsables de la empresa sepan qué preocupa a sus trabajadores y en qué creen que pueden mejorar
Fomentar el teletrabajo. : Con una buena planificación, puede llegar a aumentar la productividad del trabajador. Existen fórmulas mixta: tres días de trabajo presencial y dos desde casa.
16 agosto 2021