SÓCRATES (Mayéutica) Y SUN TZU (El arte de la guerra), 2.500 AÑOS DE PENSAMIENTO CRÍTICO Y ESTRATEGIA, APLICADOS A EMPRESAS CON HAMBRE DE ÉXITO

ESTRATEGIA

“Yo soy yo y mi circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo”, es uno de los aforismos de uno de los pensadores más importantes españoles del siglo XX. José Ortega y Gasset en el que viene a explicar que el entorno que nos rodea forma parte e influye a la vez que es influido por nosotros.


En el informe "El futuro del trabajo", elaborado anualmente por el Foro Económico Mundial, la asamblea que reúne a líderes políticos y empresariales en Davos (Suiza), considera que el pensamiento crítico es la segunda habilidad más importante que todo trabajador debe dominar, solo por detrás de la capacidad de resolver problemas complejos.


Pero ¿Qué es el pensamiento crítico en el que tantos filósofos ponen énfasis?,

Pues no es más que alcanzar la mejor explicación para un hecho, fenómeno o problema con el fin de saber y resolver eficazmente y que nos sirve para producir un cambio o una mejora.

Y ¿Cómo se traduce esta definición en la práctica de mi empresa?

Partiendo de la realidad que vivimos, para alcanzar esa mejor explicación sin dejar aparte los contextos y circunstancias nuestras y las de los demás, con la finalidad de poder configurar una idea sólida y alcanzable que es nuestra ESTRATEGIA.


Vayamos pues analizar contextos mediante preguntas como:

¿En qué situación o fase del ciclo económico nos encontramos?

• ¿Dónde se sitúa en su ciclo de vida el sector en el que trabajamos? ¿Crecimiento, madurez, declive?

¿Tenemos identificados a nuestros principales competidores? ¿con qué criterio?

• ¿Observamos y analizamos a estos, formulándonos preguntas como QUE HACEN, PORQUE, PARA QUIEN, CUÁL ES SU PRINCIPAL VENTAJA COMPETITIVA, CUÁL HA SIDO SU EVOLUCIÓN EN LOS ÚLTIMOS AÑOS?

¿Cuál puede ser el comportamiento del sector en los próximos dos años?

• ¿Qué cambios piensas que deberíamos acometer para poder adaptarnos a la nueva situación?

Cuantas veces no parar a cuestionarnos estos aspectos nos lleva a falsas creencias que no nos llevan a caminos para conseguir el logro.


Si pasamos a las circunstancias, para poder analizarlas debemos de partir de la realidad de la situación actual de nuestra organización en todos los ámbitos, con preguntas como:

ÁMBITO FINANCIERO: ¿Tenemos nuestra empresa lo suficientemente capitalizada?, ¿Nuestra estructura financiera es la adecuada para poder llevar a cabo la estrategia que pretendemos?

 ÁMBITO ECONÓMICO: ¿Cuál es nuestra capacidad de generar recursos?, ¿Es suficiente para conseguir los objetivos que pretendemos?

ÁMBITO LABORAL: ¿Qué clima laboral tengo en mi empresa? ¿Cuáles son los resultados de las evaluaciones de desempeño de nuestro personal?

ÁMBITO ORGANIZATIVO: ¿El modelo organizativo que tenemos es el adecuado para poder llevar a cabo los retos que nos planteamos? ¿La cultura organizativa que tenemos va a ser una ventaja o un inconveniente?

ÁMBITO DE GESTIÓN DE CLIENTES: ¿Tenemos una buena segmentación de nuestros clientes? ¿Qué niveles de satisfacción tenemos? ¿Llevamos una gestión de clientes o solo vendemos?

ÁMBITO PRODUCTIVO: ¿Tenemos delimitada nuestra capacidad productiva? ¿identificamos nuestras obsolescencias y las necesidades de inversión para llevar a cabo la estrategia?

ÁMBITO SOCIETARIO: ¿Cómo son nuestras relaciones societarias? ¿Tenemos protocolos societarios? ¿Convergen las visiones societarias de los socios?


En mi opinión muchos planteamientos, planes y direcciones estratégicas fallan por no partir de un análisis de la realidad con un verdadero pensamiento crítico, tan necesario que nos hace construir criterio, discernir sobre opciones, analizar contextos y circunstancias para poder elaborar líneas de actuación exitosas.

1 abril 2021

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