¿Tienes pretorianos o mercenarios en tu empresa?

Gestión de personas


by Sixt Perales

Generalmente en el mundo empresarial,  la relación empresa-trabajador independientemente del tipo y tamaño de la misma, se ha regulado por el ordenamiento jurídico a través del Convenio Colectivo y el Estatuto de los Trabajadores.

La clasificación de los tipos de empresa en función del tamaño, la determina la normativa mercantil-fiscal, basándonos en criterios de facturación, número de trabajadores y valor de los activos, se distingue entre gran empresa, pymes y micro-empresas.

Analizando la realidad a la que se enfrentan en la gestión de personas los directivos de las pymes, observamos que nada tienen que ver esta gestión, con la de las grandes empresas y corporaciones, a pesar de que esten en el mismo segmento o mercado, con lo que existe una diferencia en el marco competitivo a la que se enfrentan, sobre todo si el coste de personal es muy relevante en la cuenta de resultados.

Si centramos nuestro estudio en las pymes y las micro-empresas, se observa que  la gestión de las personas es un aspecto fundamental de ventaja competitiva, con la que hacer frente al poder financiero de las grandes empresas y corporaciones. Sin embargo,  nos encontramos con que muchos empresarios  nos manifiestan que es muy complicada esta gestión y que les provoca mucho desgaste, teniendo un efecto multiplicador en estos  tiempos de incertidumbre o de crisis.

Adentrémonos pues, en los diferentes tipos de orientación laboral que existen y que será lo que nos definirá el marco contextual en el que trabajaremos  con nuestros equipos y para ello distinguimos:

TRABAJO: Es el medio que nos sirve para ganar un salario a final de mes, nos sirve para conseguir otras finalidades (mantener familia, pagar hipoteca, etc.). Las personas que tienen esta orientación no esperan tener otro tipo de compensación por las horas que le dedica.

CARRERA: Implica una inversión personal más profunda. También quiere conseguir dinero, pero lo que le motiva es el ascenso dentro de la empresa o del oficio. En el momento que no existe esa posibilidad la persona buscará nuevos empleos.

VOCACIÓN: Es un compromiso en el trabajo apasionado por sí mismo, sintiéndose satisfecho en su desarrollo, sin tener como prioridad ni el dinero ni el ascenso, evidentemente siempre que se cubran las necesidades  fisiológicas, de seguridad e higiénicas definidas en su día por Maslow.

Las organizaciones suelen estar compuestas por personas de los tres tipos de orientación, y no debemos pensar que solo algunos puestos de trabajo son susceptibles de ser vocacionales (médicos, misioneros, etc.) y tenemos el ejemplo de  que un empleado de una empresa de limpieza puede ser vocacional teniendo como propósito el hacer el mundo un lugar más limpio y saludable y por tanto considerarse un gran profesional de los servicios de higienización, desinfección y tratamiento de superficies.

Una vez definidas las orientaciones laborales en mi opinión profesional, para llevar a cabo una buena gestión de personas debemos identificar lo que llamo GUARDIA PRETORIANA DEL NEGOCIO,  tal y como definían los romanos, y que está compuesta por aquellas personas de nuestra organización implicadas en el proyecto que comparten  con nosotros valores, misión y visión  de nuestro negocio. 

Frente a estos están los MERCENARIOS LABORALES, que son aquellas personas que cumplen perfectamente con su trabajo pero, que se mueven por otros intereses  diferentes a los del colectivo en el que están, hasta el punto que ante cualquier oferta que reciben que mejore algo sus condiciones, no se piensan ni un minuto el cambiar de empresa. 

Por último tenemos otro grupo que se sitúa entre unos y otros, que son los que me gusta nombrar como PLANOS,  los empresarios dicen de ellos que son gente del equipo, pero que no ven una implicación suficiente en el proyecto, sino que a veces si , a veces no, depende de la situación en la que nos encontremos.

Una vez clarificado si tenemos o no guardia pretoriana en nuestra empresa, es la hora de plantear como y de que forma vamos a trabajar nuestra gestión de personas.

En el caso de  empresas que no la tengan, con lo que su personal es del grupo de plano y/o mercenarios, deberán de focalizar todos sus esfuerzos en los planos con el fin de convertir este grupo,  o  parte de él en pretorianos. Para ello deberíamos trabajar en la reformulación de los valores, misión y visión de la empresa con una participación activa con nuestro personal, para que se empiecen a sentir parte importante del proyecto que queremos, al mismo tiempo que deberíamos trabajar en evaluaciones de desempeño que reporten feedback  positivo con el fin de poder articular planes profesionales personalizados y que los trabajadores sientan el interés de la empresa por ellos.

Si estamos en el caso de que ya tenemos guardia pretoriana, deberíamos entre otras cosas:

1.       Profundizar en mecanismos de comunicación

2.       Dotar del sistema de gestión dual en los que estos tengan un papel relevante.

3.       Fijar mecanismos de recompensa total.

Al final el objetivo que perseguimos es que la línea de separación entre empresa y trabajador cada vez sea más difusa, de tal forma que construyamos un proyecto común, en el que todos nos sintamos identificados, que tengamos sentido de pertenencia y recompensados por el valor que aportamos al mismo. Los propietarios e inversionistas a través del rendimiento basándonos en el riesgo que asumen, y cada uno de los miembros del equipo en función de a orientación laboral que tenga.

Si somos capaces de articular nuestra empresa con estos principios van a surgir  las ventajas competitivas, que nos daran garantías de éxito.



1 febrero 2021

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